- Las pernoctaciones han pasado de una media de 30 al año a 150 en sólo seis meses
- Benavente y Santa Marta de Tera responden a la demanda con nuevos albergues
Hace unos años se habilitó un ala de la antigua estación de tren para alojar a los caminantes. Desde entonces, la media de pernoctaciones era de 12 personas por noche. A principios de año, las instalaciones se cerraron al público de cara a acometer una reforma que permitiera dar cumplimiento a la nueva normativa en esta materia. El albergue benaventano, como actividad sin ánimo de lucro, tenía la calificación de una concha, la más básica de las tres categorías disponibles.
A mediados de julio se abrirán de nuevo al público estas dependencias después de habilitar un nuevo servicio que permita diferenciar el uso para hombres y mujeres, contará con una cantina en la misma dependencia que antaño cumpliera esta función en la estación de ferrocarril, además de ver mejoradas el resto de las dependencias.
Mientras tanto, los peregrinos que eligen Benavente como punto de descanso, acuden al Hogar del Transeúnte, en la calle Madrid, o bien, el Ayuntamiento de Benavente les dirige a una de las pensiones de la ciudad, donde, por 12 euros, tienen derecho a habitación y desayuno.
Centro cívico
Pero la proyección de Benavente en el Camino de Santiago tendrá, en unos meses, mayor relevancia, ya que el Ayuntamiento de Benavente ha acondicionado la planta superior del nuevo Centro Cívico, en El Ferial, para darle este destino. Tras concluir las obras, están pendientes sólo del equipamiento, que saldrá en breve a concurso y que permitirá que en octubre las instalaciones estén ya disponibles, según ha informado la concejala de Turismo, Cristina de Castro.
Eso permitirá a Benavente disponer de un albergue con la categoría superior, tres conchas, para dar respuesta a una mayor demanda, gracias a sus 70 u 80 plazas, con opción no solo a alojamiento, como el actual, ya que también dispondrá de cocina y otros servicios necesarios, tal como exige la nueva normativa de la Junta de Castilla y León para este tipo de establecimientos. A cambio, su uso exigirá el pago de una pequeña tasa si además de dormir se utilizan otros servicios.
Pero no solo Benavente mejora sus infraestructuras de atención a la ruta jacobea. Santa Marta de Tera, otro de los enclaves tradicionalmente distinguidos por su conexión con las peregrinaciones a Compostela, se prepara para asumir la mayor demanda de instalaciones, de manera que su albergue actual va a ser sustituido por otro con mayores capacidades y comodidades.
Donación
Recientemente, el alcalde de Santa Marta de Tera, Heliodoro Tábara, anunció el inicio inminente de las obras de adecuación de una casa donada por hijos del pueblo a la localidad para convertirla en albergue de peregrinos. Algo más de 60.000 euros se invertirán con fondos municipales en una primera fase para eliminar las divisiones interiores del edificio, así como renovar la cubierta y abrir nuevas ventanas en los muros de tapial, dejando para una segunda fase la nueva distribución y el equipamiento que permitirá contar en la localidad con un albergue con capacidad para 45 peregrinos, lo que supondrá resolver los problemas de falta de espacio de las actuales dependencias en la sala de usos múltiples que en la actualidad cumple este cometido, muy próximo al conjunto artístico integrado por la iglesia románica en cuya portada descansa la imagen más antigua del apóstol con atuendo de peregrino, además del palacio que los obispos de Astorga han utilizado como residencia de verano durante siglos. Se trata de un espacio que desde hace tiempo se declara insuficiente, con sus 10 plazas, ya que la demanda es mucho mayor.
Fuente: http://www.nortecastilla.es/v/20100712/zamora/camino-huellas-20100712.html
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